citándonos como se citan las mareas. para retirarse y sólo pensar en volver.
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el juego es jugar
a que juego. a que nunca me atreveré a arrinconarte contra la pared
y acabar con el juego.
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nos hallamos ante este silencio poderoso que nos desviste.
sobra toda explicación. toda prenda.
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y te vas sola de cuerpos a falta de que se derrumbe
el mío.
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acordemos que -salvo en circunstancias excepcionales en las que nos miremos directamente a los ojos- mantendremos permanentemente una frontera inviolable.
tú serás el único norte. yo lo sabré.
